- 26/01/2022
- Por: Bárbara Bravo
La mirada de Rukia
Nos conocimos en uno de los slums más pobres de Arusha. Vivía en una corrala de chabolas de barro.
Ella es Rukia, tenía 28 años, cuando nos encontramos por primera vez estaba embarazada y su marido la abandono a ella y a sus otros tres hijos: Carosi, Gaspar y Martha. Su casa era una habitación con una litera para los cuatro, en unas condiciones insalubres.
Además, ella estaba delicada de salud por estar en la recta final de su embarazo y malnutrición. Debía meses de alquiler, sin trabajo y sin tener qué comer.
Su mirada transmitía tristeza, impotencia, soledad…